(Di)Vagando con Mura

viernes, 13 de mayo de 2011

Efectos adversos del cigarrillo de cannabis.

Efectos adversos del cannabis
Consumido en cigarrillos.

Consumidores ocasionales
  • El mayor efecto adverso suele ser ansiedad y ataques de pánico.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca del 20% al 50%, con una duración de pocos minutos a hasta 3 horas.
  • Aumento de la tensión arterial si el consumidor está sentado y descenso si está parado.
Los consumidores experimentados al consumir dosis más elevadas que las frecuentes pueden sentir los mismos efectos, los consumidores jóvenes desarrollan rápida tolerancia a estos efectos.

Consumidores crónicos

Efectos respiratorios:
Los consumidores pesados pueden experimentar problemas en el aparato respiratorio como bronquitis crónica, tos, producción de moco y falta de aire. En comparación con un no fumador, de ninguna sustancia, el fumador de cannabis puede presentar una función pulmonar más pobre, más anormalidades en las vías áreas y anormalidades histopatológicas en el tejido pulmonar. Estos efectos son aditivos a los del tabaco.
A largo plazo, fumar cannabis aumenta el riesgo de cáncer de pulmón y produce daños histopatológicos que preceden al cáncer.

Hay reportes sobre el aumento en la frecuencia de cánceres del tracto aerodigestivo en jóvenes adultos con un historial de consumo pesado de cannabis. Estos cánceres, en no consumidores, son raros en menores de 60 años.

Dos estudios en USA mostraron que fumar cannabis de forma crónica aumenta los síntomas broncolíticos.

Efectos en el sistema reproductivos:
Si bien un estudio hecho con un gran número de mujeres, con consumo comprobado por orina, no mostró un aumento de malformaciones congénitas en recién nacidos, hay evidencia que sugiere que el cannabis produce efectos sobre el desarrollo y la conducta en los primeros meses de vida del bebé. La población estudiada fue pequeña, pero el seguimiento de los recién nacidos mostró que entre los 4 y 9 años  los niños sufrían de déficit de atención, de funciones cognitivas y de memoria.
Existen tres estudios, sobre madres que reportaron haber consumido durante el embarazo, que mostraron un aumento en la posibilidad de que los neonatos  sufran de leucemia linfoblástica, rabsomiosarcoma y astrocitoma.

Síndrome de dependencia:
Este lo experimentan las personas que interrumpen el consumo continuo, los síntomas pueden ser: trastornos de sueño, irritabilidad, trastornos alimentarios, sudoración. No suele durar más de dos semanas, aunque lo más frecuente es que dure unos pocos días (2-3) luego de interrumpir el consumo.
Alrededor del 10% de los que alguna vez consumieron cannabis se torna dependiente a los 4 o 5 años de consumo pesado. El porcentaje de riesgo sigue siendo menor al del alcohol (15%), opioides (23%) y nicotina (32%).

Efectos cognitivos:
Existen estudios electrofísicos y neuropsicológicos que mostraron que el cannabis puede producir deterioro de la memoria, de la atención y de la integración de información compleja. Cuanto mayor sea el consumo a lo largo del tiempo, más grave es el deterioro cognitivo. Este daño, en comparación al alcohol, es muy sutil, por este motivo no queda claro que tan importante es en el funcionamiento cotidiano y si estos efecto no son reversibles con un periodo largo de abstinencia.

Psicosis:
Si bien el cannabis no aumenta la incidencia de esquizofrenia en la población, el uso crónico puede precipitar los síntomas en individuos predispuestos genéticamente. Hay evidencia de que el consumo crónico puede aumentar los síntomas psicóticos en esquizofrénicos.

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